martes, 15 de octubre de 2013

Sueño

El dolor aumentaba por momentos. Sabía con claridad que debía sufrirlo sola, cada uno tenía sus problema y no quería cargar a nadie más con mi agonía. No podía planear los momentos, lo había comprobado. El sueño parecía tan real, lo sentía junto a mí. Aparecían las personas que más quería, las que a diario me acompañaban, y las que ya no pertenecían a mi vida. Todo era magia y alegría, ¿Por qué tuve que despertar? Claramente ese permitido inconsciente traería sus consecuencias. El dolor y vacío ahora eran más profundo. Sentirte a mi lado, escuchar tus palabras... Había sido el sueño más real en mucho tiempo, pero también el más imposible. No quería olvidarlo, no aunque me estuviera matando, ya que sería aceptar que eso nunca ocurriría. Tenía que aferrarme a cada imagen que soñé.

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