sábado, 15 de junio de 2013

Túnel del tiempo

La vida solía ser un túnel del tiempo que pasaba quizás demasiado rápido. O tal vez, simplemente era que para mí carecía de importancia, y casi nunca tenía noción de él. Habían días largo y otros que pasaban en un abrir y cerrar de ojos. Pero al finalizar siempre llegaban esas noche aterradoras para torturarme con millones de imágenes que ya eran solo recuerdos, palabras que nunca dije, e imaginaciones que nunca sucederían. Eran noches crueles, y más de una vez intentaba escapar de ellas pero nunca lo conseguía. Esa era una noche como cualquier otra. Me acosté y cuando el dolor se volvía insoportable, en y mis ojos ya no quedaban lágrimas, decidí quera momento de pasar a otra etapa de la noche que era la de escuchar música hasta dormirme. Desenrede cuidadosamente los auriculares y busque alguna radio en la que pasaran buena música. Sonaba mi tema favorito cuando de repente sentí que golpeaban la puerta. No estaba segura que hora era, pero si sabía que era muy tarde, y me sorprendió que nadie más hubiera escuchado. ¿Quién podía ser a estas horas? Estaba tratando de mirar la hora pero mi teléfono se apagó. Entonces golpearon de nuevo y comprendí que debía abrir. Una extraña sensación comenzó a recorrer mi cuerpo. Traté en vano de despertar a una de mis hermanas pero ella estaba sumergida en un profundo sueño. Me levanté y torpemente camine hacia el comedor. Quise prender la luz pero debido a la tormenta se había cortado. Por tercera vez golpearon la puerta. Entonces fui a abrir sin preguntar quién era. Solo se  me ocurría una persona pero sabía perfectamente que era imposible, ¿Por qué así era, no? Me agarro una terrible sensación de apuro. Pero cuando abrí no había nadie. Solo se veía oscuridad y una lluvia torrencial. Camine lentamente hacía afuera mientras mi corazón se aceleraba, tal vez por miedo, pero algo me impulsaba a seguir. A medida que me rodeaba la oscuridad mis ojos penetraban en ella y pude ver la figura de una mujer, la cual reconocí inmediatamente. Y me acerque hasta quedar cara a cara. Tenía unas cuantas preguntas, pero no salía ni una vocal de mi boca, solo la miraba sorprendida. Ella se acerco aun más y me susurro unas palabras al oído, horrorizada me di vuelta, y mientras escuchaba su risa divertida, una luz blanca me dejo ciega y paralizada. Fue entonces cuando me desperté.

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