domingo, 11 de diciembre de 2011

Existen finales felices?

Era un día como cualquier otro, caminaba sin saber a donde iba simplemente lo hacia por rutina. Era una de esas veces en las que estas rodeada del bullicio pero nada importa, o tienes la música de tus auriculares que a penas lo soportas, como si alguien te estuviera hablando, pero no lo escuchas porque tu no eres consciente de nada de ello, de lo único que eres capaz de escuchar y porque ademas no puedes escapar ya que no hay salida es de escuchar tus pensamientos. Y ellos solo saben hablar de lo que mas te duele, solo saben meter el dedo en la yaga. Ella estaba tan triste... pero tan poco podía hablar de ello o desahogarse, que le parecía imposible un día dormirse sin llorar o soñar con el y al otro día despertarse con un dolor en el pecho cada vez mas profundo. El tiempo había pasado las cosas cambiaron, y aunque ella también cambio físicamente por dentro seguía igual era como para que todos pensaran que ella estaba bien, que ella era fuerte pero jamas había sido así, ella prefería sufrir en silencio antes de que le tuvieran lastima.
Pero a tanto dolor un día llego su recompensa, ella caminaba como sin vida, como siempre que estaba sola, aprovechaba de ser ella misma y no tener que fingir y escucho que la llamaron por su nombre, se paro en seco, era imposible que confundiera esa voz tanto como el el estuviera allí, debía ser producto de la imaginación pensó no se animaba a darse vuelta y cuando estaba decidida a continuar con su camino escucho que alguien venia corriendo y se paro detrás de ella con el aliento cansado, ella espero sin saber que pensar y mucho menos hacer entonces el le tomo el brazo cuidadosamente mientras repetía su nombre, y solo ahi se animo a mirar...

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