miércoles, 10 de agosto de 2011

Sin final feliz

Uno de mis libros favoritos prácticamente se estaba convirtiendo en mi vida. Es decir, no me pasaba exactamente lo mismo, pero en esencia si, pero sin el final feliz que yo tanto deseaba.
Existía un gran secreto que yo debía describir, algo que sus ojos gritaban, y que en realidad yo sabía. En el fondo estaba esperando esa respuesta, lo sabía aunque mi mente había bloqueado esa posibilidad y la había arrancado de raíz. Pero la realidad estaba a la vista, y si yo me engañaba o no era cosa mía porque de todas formas no podía cambiar esa verdad que no me pertenecía.
Mi príncipe azul no existía. Y yo lo sabía ahora, al fin de cuentas yo no era un princesa y no merecía tal fortuna, tal privilegio mejor dicho. Y ahora me encontraba tal y como la protagonista del libro, con un agujero en el pecho que me atacaba cuando me permitía siquiera pensar en su nombre, era como si alguien metiera la mano en ese agujero y me intentará arrancar el corazón, o lo intentará.
Mi cabeza ya no parecía funcionar, no pensaba en nada, solo un terrible dolor ocupaba su lugar. ¿Cómo podría vivir ahora? Él ya no volvería si es que alguna vez había estado y quería pensar que alguna vez había estado, aunque ese pensamiento me mortificará más.
¿Por que me pasaba esto a mi? O mejor dicho ¿Por que NO a mi? Aceptaba esto, quizás lo merecía. Lo soportaría tanto como me fuera posible, y viviría con eso resignada a que no quedaba más opción que aceptarlo y tal vez algún día superarlo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario